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Alrededores de Quito:
Parque Nacional Cotopaxi
Una hora y media al sur de Quito está el Parque Nacional Cotopaxi, con su atractivo principal, el inmenso volcán de casi seis mil metros de altura, con su manto espectacular de glaciares y nieves perpetuas. Aquí se pueden realizar caminatas para observar la naturaleza, aves de altura, vegetación de páramo, etc. También existen cómodas hosterías de montaña que sirven de base para visitar el área, incluyendo caminatas naturales, paseos a caballo, ciclismo, canopying de altura y muchas aventuras más. A los pies del Cotopaxi se sitúan algunas antiguas haciendas coloniales de gran riqueza histórica, que sirven como confortables hosterías para quienes quieren permanecer más de un día en el área. Al Cotopaxi se puede llegar por carretera o por medio del ferrocarril en una aventura singular y de especial atractivo
A corta distancia de la ciudad o en sus propios alrededores están algunos de los más destacados destinos y atracciones turísticas del país, las que constituyen siempre complementos ideales para una visita a la capital. Entre los principales podemos citar a los siguientes:
Otavalo y la Provincia de los Lagos
A una hora y media al norte de Quito, cruzando por fascinantes paisajes andinos, se llega a Imbabura, la “provincia de los lagos” con sus hermosas lagunas de San Pablo, Cuicocha y Yaguarcoha así como numerosos y pintorescos poblados artesanales en medio de un entorno campestre donde sobresalen verdes colinas y los grandes volcanes Imbabura y Cotacachi.
El punto central de la visita a esta área constituye el tradicional y antiguo mercado indígena de Otavalo, en donde se concentra una inmensa y multicolor muestra de las más variadas artesanías principalmente de la zona y de todos los rincones del Ecuador. Se destacan en especial los coloridos textiles que fabrican, a menudo en ancestrales telares manuales, los hábiles artesanos otavaleños y de los poblados cercanos como Peguche. También se pueden visitar las plazas o mercados de productos agrícolas y alimentos así como la plaza de venta de animales, principalmente ganado vacuno.
Viejas haciendas coloniales o republicanas, convertidas en atractivas hosterías campestres, ofrecen el lugar ideal para el descanso, el contacto directo con el aire diáfano de los andes y su naturaleza, sea para almorzar y disfrutar de la deliciosa gastronomía local o para pernoctar, explorar los alrededores y realizar numerosas actividades como caminatas, paseos a caballo, excursiones de naturaleza o profundizar el conocimiento del variado y fascinante mundo artesanal en los pueblitos de la región.
Mitad del Mundo
A solo 20 minutos por autopista desde la ciudad de Quito se encuentra la “Ciudad Mitad del Mundo”, un complejo turístico que conmemora la ubicación de la Latitud Cero de nuestro planeta, determinada, en ese preciso lugar por una Misión Geodésica franco-española-ecuatoriana en el siglo XVIII. Su principal elemento es el gran Monumento a la Mitad del Mundo, que alberga en su interior un interesante Museo Etnográfico de las culturas indígenas ancestrales y actuales del Ecuador y a cuyos pies usted puede posar, para la foto histórica, con un pie en el Hemisferio Norte y el otro pie en el Hemisferio Sur. Además existe un Planetario y un extenso complejo de tiendas de artesanías de todo el país, cafés y restaurantes.
A pocos minutos de la Mitad del Mundo se encuentra el viejo y apagado volcán Pululahua, cuyo cráter es uno de los pocos habitados en el mundo. Aquí, sus escasos pobladores se dedican a la agricultura, favorecida por la tierra rica en minerales, producto de su pasado volcánico. Hermosos miradores proveen excelentes vistas del impresionante paisaje del cráter. Igualmente en las cercanías de la Mitad del Mundo se encuentran las ruinas y sitios arqueológicos de Catequilla, Cochasquí y Rumicucho, todos relacionados con el ancestral culto al Sol y situados en los alrededores de la latitud cero.
Mindo y el Bosque Nublado
Una hora y media hacia el nor oeste de Quito se encuentra el bosque nublado que forma parte de la Reserva Mindo-Nambillo, un verdadero paraíso de biodiversidad en donde se encuentra una de las mayores concentraciones de aves en el Ecuador, más de 600 especies, incluyendo más de 40 variedades de colibríes, así como de mariposas, orquídeas y múltiples variedades de fauna y flora únicas de éste ecosistema singular que forma parte del importante corredor de diversidad natural del Chocó andino. Este es un destino o visita obligada para los observadores de aves que se maravillarán con especies únicas como el espectacular “gallo de la peña”, tangaras y miríadas de colibríes en todo el sector.
La naturaleza geográfica de la zona, en las estribaciones occidentales de los Andes y descendiendo hacia las zonas más cálidas de la costa, propicia también la práctica de deportes de aventura en sus ríos y rápidos tales como el rafting, kayak o canotaje, “tubing”, “canopying” así como fascinantes caminatas de naturaleza, ciclismo y muchas aventuras más. En el pequeño y pintoresco poblado de Mindo y en una amplia área a su alrededor se encuentra un buen número de hostales, lodges y hosterías de los más variados niveles de confort y precio, siempre enmarcados en un respeto y simbiosis con la naturaleza circundante y que sirven como centro para explorar ésta fascinante área natural, tan cerca de Quito que se puede ir y venir en el mismo día.
Papallacta y Aguas Termales
Un poco más de una hora al nor este de Quito se encuentra la laguna y zona de Papallacta, enmarcada en majestuosos paisajes de alta montaña o páramo, con su fauna y flora muy particulares. Con algo de suerte se puede observar al imponente cóndor de los Andes, el ave símbolo del Ecuador. La zona también es rica en aguas termales por lo que acuden a ella los visitantes deseosos de relajamiento, tranquilidad y la realización de tratamientos para la piel y la salud en general. Con esos atributos, la zona tiene igualmente su selección de hosterías y alojamientos además de piscinas termales y spas que ofrecen tratamientos estéticos y de salud. La planta hotelera del área incluye cómodas habitaciones, rica gastronomía y buenos servicios. Si no hay el tiempo para pernoctar al menos una noche y disfrutar de la naturaleza, también es una visita que se puede hacer desde Quito.